Desde que los comunistas - a los que siguieron entusiasmados por el invento, nazis,fascistas y nuestras desbocadas democracias ( añadiendole éstas la letal imbecilidad del “pensamiento correcto”) - inventaron el Ministerio de Cultura,la Cultura no ha cesado de degradarse, convertida no sólo en uno de los más perversos instrumentos de dominación, de consolidación de un pensamiento servil de los intereses del Estado,lo que afectaría a toda la población, sino de aniquilación del poder creador de los artistas, mayoritariamente engatusados por lo que se les ofrece como espejismo de unos beneficios para el desarrollo de sus aspiraciones.
Y no es así. Los Estados se escudan parangonando su ayuda con lo que pudiera haber sido antiguamente el mecenazgo, al cual sucederían incrementando y democratizando las subvenciones. Pero el antiguo mecenazgo - el que, por cierto, continua en algunas naciones, como EEUU - nacía de fuentes muy diferentes,incluso enemigas, y en general verdaderamente amantes del Arte, cultas, sin otro propósito que el disfrute de una obra memorable; ajenas a cualquier propósito político y buscando precisamente la continuación de ese Arte memorable. Las intenciones comunistas-nazi-democráticas persiguen, por el contrario, moderar a la sociedad con un ideario común y favorable a sus perversos designios, y al mismo tiempo extender la compra al mayor número posible de intelectuales y artistas, siempre que muestren una adecuada sumisión, sin tener en cuenta ni la calidad de sus obras ni su significación.
Si queréis podemos hablar mucho sobre esto.
De entrada os dejo mi conclusión: Es absolutamente preciso, por el bien del Arte y la libertad de todos, la TOTAL DESAPARICIÓN DE LOS MINISTERIOS DE CULTURA.
¡Cuántos van a estar en desacuerdo contigo, por la cuenta que les trae! Y cuántos saben que tienes mucha razón aunque se callen.
ResponderEliminarSí, pero esa aniquilación del poder creador del artista viene de más atrás, José María. Tú lo dices en 'Signifying Nothing': "¿Sabes cuándo nos derrotaron? / Me refiero a nosotros, los artistas, / nosotros que habíamos sobrevivido al terror y al oro / ¿sabes en qué momento nos derrotaron? / Cuando aceptamos / ser y vivir como los otros". De ahí parte todo, querido amigo.
ResponderEliminarPodría desprenderse del texto anterior que la cultura sea patrimonio de los artistas. No lo creo. La culura es el estado de una sociedad. En las sociedades donde el hombre ejerce su pensamiento entorno a sí mismo y al núcleo social al que pertece, existe el germen del nacimiento de un sentimiento que quiereexpresar. La expresión de este sentimiento como la plasmación simbólica de su espíritu es por lo que cada ser debe luchar. Ahora bien, querer llevar esto a esos ministerios irrumpiendo, sin respeto, en el crecimiento de nuestra sociedad, reduciendo la participación de los hombres, a la simple respuesta adecuada a los patrones de cualquier ideario de estado, es la aniquilación no de la cultura sino del hombre. La única salvedad posible es esa extraña sensibilidad de algunas personas que se sitúan del mundo, que se mantienen rebeldes a la participación del isnulto que los modelos gubernamentales quieren que adoptemos y lo trasnforman en cualquier elemento plástico. Ese situarse delante del mundo con espíritu crítico es una de las salvaciones. Los ministerios y demás elementos formales de Una sociedad que no se preocupe del fomento de la participación de los hombres dando entrada a la creación y sólo se preocupe de mantener sin razón ni juicio crítico es un engaño. Responderemos en simples viisitas a museos mostrados en perfectos circuitos diseñados por destacados intelectaules lejos de la vida de la que emanaron esas obras y del germen que propició su creación.
ResponderEliminarQuerida Ami, perfectamente de acuerdo contigo - y con la casa Smirnoff - . Siempre estamos de acuerdo, salvo sobre alguno de esos cantantes estrafalarios que intentas que me gusten. Besitos.
EliminarEs curioso que si uno recuerda ese origen de los ministerios de cultura, que por mi parte descubrí estupefacto en tu "Sieg heil!" lo que suele obtener por respuesta es que lo tilden a su vez de fascista. Dicho esto, debo reconocer, sin embargo, que, en mi opinión, el término "cultura" es cuando menos impreciso; se presta ya a demasiados malentendidos. Entiendo que, en rigor, cultura es todo aquello humano que no es naturaleza, biología, y que, por tanto, de la cultura también forman parte la esclavitud, los concursos de televisión y el garrote vil. Obviamente, vista así, no toda cultura es defendible. A mi juicio sólo si se le añade algún calificativo, como el "alta" usual, empezamos a pisar un terreno más firme. Aunque, por mi parte, preferiría hablar de cultura "difícil", por aquello de que el placer que proporciona no ha de ser necesariamente inmediato y bien puede provenir de lugares así considerados bajos (estoy pensando en Villon, por ejemplo). Pero, más aún, teniendo como tenemos la palabra "Arte", ¿para qué necesitamos esa cultura irremisiblemente corrompida, indiscernible ya, no sólo de la propaganda, sino incluso del turismo? Con "Arte" me parece que evitamos de un plumazo tantas de las confusiones a las que la "cultura" nos ha llevado, sobre todo desde su fase ministerial-burocrática, indefensa y a merced de funcionarios.
ResponderEliminarEl concepto de cultura desligada de la política, de la burocracia, librada a las relaciones libres entre personas y entidades interesadas en el arte, es un concepto que me resulta muy atractivo. Algunos artistas sentirán vértigo al pensar en ello, se está tan cómodo a la sombra del poder... pero pienso que ello traería un panorama cultural más auténtico. Hay engendros culturales sobrevalorados por haber sido subvencionados, y otros infravalorados por no haber querido pasar por ciertos aros.
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