domingo, 3 de agosto de 2014

ADIOS, FACEBOOK; Y OTRAS CONSIDERACIONES


             
           
                                  A raíz de la publicación, este Verano, en el periódico LA OPINIÓN, de mi viejo Diario de 2002 a 2000 y pico, y de fragmentos del libro de Conversaciones que el escritor Alfredo Rodríguez mantuvo conmigo en París - EXILIADO EN EL ARTE -, estoy recibiendo llamadas y comentarios, de los que me preocupa, en algunos, no su oposición, sino que no haya quedado claro lo que puedo pensar sobre algunas cuestiones de nuestra vida. Así que voy a resumir mis conjeturas para tranquilidad general y sobre todo para que no se me adjudiquen juicios que poco tienen que ver con ellas.
Vamos a partir de una base: El ser humano - como ya lo sabía Homero, y desde luego Tucídides , y qué decir de mi maestro Tácito, y de ahí hasta hoy todas las cabezas memorables -, NO TIENE SOLUCIÓN. Si bien es cierto que es capaz en muchos momentos de los mayores sacrificios por el Bien, alberga en su alma una facilidad morbosa para el Mal; su capacidad de ser codicioso o discernir sobre lo afortunado o desgraciado que esta o aquella elección pueda ser para su suerte, presumo dolorosamente que en la mayoría padece de raquitismo, cuando no de vileza. En consecuencia, carezco, creo que afortunadamente, de certezas políticas. Me da lo mismo una forma de gobierno que otra y sus nombres, pues lo único que me importa son los resultados; esto es: si bajo ese poder somos o no más Libres, si se respetan o no los derechos a la Propiedad, a todo lo que constituye nuestra Individualidad inviolable, nuestra libertad de Expresión, nuestra Conciencia, nuestra libertad de comerciar, de movernos por el mundo. Por lo tanto soy un desesperanzado Old Whig - podéis considerarme un modesto alumno de Hume, de Hayek y de von Mises, y así nos entenderemos mejor - que seguro (de esto sí) de que lo que más nos acerca a una convivencia tolerante y fecunda es el Liberalismo digamos "clásico", el  Gobiernos de las Leyes y no de los hombres,  me limito a apoyar considerándolo Bueno  todo lo que vaya en menoscabo del poder del Estado, en el grado que sea, y a condenar todo lo que pueda fortalecer a ese gran enemigo de nuestras libertades y nuestras escasas posibilidades de felicidad. En ese horizonte, obviamente, sí mantengo odios feroces: a la Izquierda en general y sobre todo a sus formas extremas en nuestra época, como el Comunismo. Pienso que en una sociedad civilizada no debería permitirse la existencia de ese partido como no debería tener cabida el Nazismo ni movimiento alguno de características totalitarias. Soy un viejo liberal porque me parece indiscutible que las ocasiones en que la sociedad ha estado mejor ha sido cuando más se ha acercado a formas de gobierno Liberales. Como es evidente que cada vez que se ha alejado de ello, ha derivado hacia el empobrecimiento y la esclavitud.
Cuando considero un gobierno no  miro si se proclama monárquico, republicano, demócrata (palabra que hoy, por cierto, sirve para todo), dictatorial... Tengo en cuenta sólo si bajo sus leyes soy más libre, si cuanto soy como ser humano está más garantizado.
Todo esto, en cuanto a la vida de la sociedad. Si hablamos de Arte y de artistas, creo que su plenitud no tiene que ver con esa prosperidad social. Los caminos del Arte, de la Literatura,  son otros, y cruzan paisajes que socialmente pueden ser aborrecibles, pero que resulta que a ese Arte, a esa Literatura, los nutre con gusto. Quiero decir: un gobernante no puede ser una mala persona. Un artista, sí. De un depravado pueden nacer obras excelentes, y que mejoren a la sociedad.  El Arte puede tener alianzas que abominaríamos en la convivencia "normal". Pero es que el Arte no es "normal". Porque lo que cuenta es la obra, y si esta es grande, si el artista es grande, lo que nos regalará, hasta más allá de sus torpes - con  mucha frecuencia, en muchos,  muy torpes - opiniones, es Vida, la más profunda verdad de la Vida. Y la Vida nunca miente. El artista mezquino  es aquel cuyas páginas mienten. Con un ejemplo, rápido, y de nuestro idioma: ¿Por qué sobre el mismo tema - pensemos en ESPAÑA, APARTA DE MI ESTE CALIZ - , los versos de César Vallejo  son verdad, y los muy serviles de Neruda, despreciables, imperecederos los de Vallejo y ya olvidados los de Neruda?
Pensad en la censura que los gobernantes pueden ejercer - desde la moderada admonición al Gulag o los sótanos de la Gestapo -: Nada tienen que ver con el Arte, con su creación, con su altura y grandeza. Los Zhdanov o los Dzerzhiski de turno pueden hacerte la vida muy desagradable, o asesinarte; pero no impedir que sueñes, que imagines, que escribas, que dibujes..., que dejes tu obra de alguna forma y otros la repitan y perpetúen. Quiero decir: vivir bajo una tiranía es aterrador y cruel para aquel que no lame las botas de ese Poder, pero no es determinante para la obra de un artista. En los más atroces momentos de la Historia han alumbrado libros - y esculturas, y pinturas, y arquitecturas - que siguen asombrándonos. Jamás el Horror del Poder ha conseguido asesinar la creación artística. Y es curioso que cuando por primera vez sí está en grave peligro esa creación, sea bajo nuestra actual forma de Democracia. Porque lo que nuestras Universidades y ya desde la primera Enseñanza, y cuantos medios pueden tener fuerza sobre el desarrollo del espíritu humano, están llevando a cabo, esta especie de "solución final" que no es ya la muerte física o el encarcelamiento del artista, el asolamiento de su libertad y su sensibilidad, sino la desecación de su imaginación, sus referencias,  el arrasamiento de sus sueños y sus posibilidades de expresión mediante leyes, aparentemente para "mejorar" nuestra Conciencia en un baño de "igualitarias" cualidades, es, por sus consecuencias, mucho más letal. Para aclararnos: es menos peligroso que se proscriba a un creador por su obra cuando esta pone en cuestión la virtud de un Poder, que, simplemente, las "correcciones" que se están llevando a cabo en tantos libros - desde Shakespeare a cuentos infantiles -  en nombre de esa vileza llamada Pensamiento-Políticamente-Correcto.
 Y aprovecho para decir otra cosa: Una sociedad bajo un gobierno no muy recomendable para el bienestar ciudadano, puede ser muy estimulante para el artista. Porque siempre y cuando no se trate de crueldades intolerables, en cuyo caso si éste colabora con ellas es un canalla incluso más abyecto que la propia tiranía, la ejecutoria de grandes personajes de la Historia cuyos sueños engrandecieron el mundo y el horizonte de los hombres - desde un Alejandro a un Federico II Hohenstaufen, o la gran era de los Antoninos o de Pericles, o algunos de los excelentes Papas como Julio II...; en fin, poned aquí los nombres que queráis - donde el artista gozó de extraordinarias ocasiones y posibilidades para levantar su obra (y además arrebatada por ese movimiento avasallador de la Historia)  no deja de ser un caldo de cultivo para la Creación sin duda superior a la exanimación que hoy nos humilla, nos afrenta y nos ha convertido en lo que tan evidentemente muestran escaparates de librerías, exposiciones de Arte "jeffkoonsianas" y cuanta necedad y bajeza subvencionada son nuestro paisaje diario. 

Y con respecto a ese Arte y esa Literatura, os sorprende lo que suelo decir. Pues bien, lo repetiré: Creo que estamos asistiendo a su muerte. Nadie puede predecir cómo terminará todo. Quién sabe si algún día se dará un renacimiento espiritual considerable. Pero lo que hoy veo, en general, es basura. Y todo hace imaginar que la destrucción que se ha consumado del Pensamiento, la "amnesia planificada", la absoluta incultura de la sociedad, hace lejano y problemático ese Renacimiento. ¿Qué podemos hacer quienes tenemos tan funestos augurios? Nada. No podemos hacer nada. Es demasiado fuerte la resaca del Mal. Sólo podemos hacer una cosa: decirlo, repetirlo, combatirlo, rechazarlo, atacar sin cesar lo que ha venido a llamarse "Pensamiento Correcto" y que es el mayor peligro que ha existido contra la Inteligencia, la sensibilidad, la Excelencia y la Libertad desde que el mundo es mundo.
También os sorprende mi ausencia en el coro, tan nutrido, contra la Religión. De una vez por todas: Soy un agnóstico lo suficientemente en paz consigo mismo. Pero creo - como, por cierto, también lo sabía Homero - que sin Religión, sin esa "sed" de Trascendencia, los seres humanos no van a ninguna parte. Y también creo que Europa, su alma, lo mejor de su alma, se debe a lo que se ha mixturado en ella de Catolicismo, esa herencia sagrada de mesura y equilibrio y veneración del Arte que son nuestras raíces greco-cristiano-romanas.
Y vamos ahora a tres asuntos "menores":
Parece que os pone los pelos de punta mi defensa de las Privatizaciones, que para mí no son sino devolver a la sociedad lo que es suyo rescatándolo de las garras depredadoras del Estado. No voy a entrar en detalles. ¿Privatizar?: TODO. Pero pondré el acento en un alejamiento del Estado de aquello donde a la perversa gestión, a la bancarrota, vincula sin escrúpulos el adoctrinamiento más abyecto y la consecución de una sociedad "lisa" de mansejones obedientes: la Enseñanza. He escrito  mucho sobre el tema, para extenderme aquí.
Os sobrecoge también mi pensamiento sobre la Sexualidad. Creo que en ningún momento de la  Historia se ha mentido tanto sobre ella como en nuestra época, falseándola, viciándola, traicionándola. No hablo de tabús y ukases que otras formas de gobierno pudieran modificar. Sino lo que se ha inoculado en nuestras cabezas; eso es más difícil de erradicar. Me basta con decir que las formas de placer más acorde con lo que de verdad somos, las encuentro sobre todo en el siglo XVIII.
Y ahora quiero aprovechar para comunicar algo: Esto del Facebook es una idiotez y seguramente una forma más de lijar nuestra inteligencia. Pensadlo un poco. No tiene sentido. Convierte en trivial hasta el mejor pensamiento y lo hermana con el peor. Por lo tanto, desde este momento, me voy. Lo único que puede tener sentido entre personas que se aprecien y que estén lejos unos de otros es lo que siempre se ha usado: una carta. Creo que con aquellas personas que deseamos frecuentar, con quienes queremos hablar, cambiar impresiones, algo verdaderamente fructífero, lo mejor es el correo electrónico; pero como si escribiéramos una de aquellas "antiguas" cartas: recreándose, sin temor por el espacio. Los que queráis "hablar" conmigo podéis hacerlo (en la web : www. josemaria-alvarez.com  tenéis el correo) de esa manera.
Y esto no quiere decir que yo denigre a Internet. He dicho muchas veces que me parece, tal como va todo en nuestro mundo, el medio más considerable que los tiempos han traído para salvaguardar nuestra libertad. Ningún  gobierno puede impedir nuestras palabras,  nuestros pensamientos. Salen a ese espacio que ellos no pueden impedir. Viven. Por eso creo en las páginas web, y quizá en los blogs, y en el correo como garantías de esa libertad. Otra forma de usar estas posibilidades magníficas lo único que consiguen es hacernos más necios.
Y nada más. Como mi maestro Montaigne dice: A Dieu donq.   

                                                                                                         José María Alvarez

jueves, 6 de marzo de 2014

EN LA MUERTE DE LEOPOLDO MARÍA PANERO

Ha muerto Leopoldo María Panero.
De los Nueve Novísimos, algunos versos suyos, los poemas de Gimferrer y lo que anunciaban los de Azúa (la "altura" de vuelo de FARRA) era lo único que me interesaba. Y así sigue siendo.
La última vez que Leopoldo y yo estuvimos juntos, en Cosmopoética, creo que fuimos dichosos.  Vivíamos - siempre fue así - en mundos Poéticos, y acaso vitales, diferentes, pero la amistad y la memoria de los viejos días de Madrid y Barcelona siempre fueron, como debe ser, más importantes que las conjeturas de cada uno.
Yo lo quería. Y alguna vez lo he puesto como ejemplo de entereza literaria, tan lejana de la absoluta mediocridad, sectarismo y sumisión a "lo correcto" donde suele moverse nuestro olvidable espacio "cultural". He dicho que teníamos formas diferentes de contemplar el Poema, pero coincidíamos en el asombro ante el relámpago. La última noche juntos me dijo de pronto: "¿Crees que hemos sido grandes?". Yo le contesté, recordando algo que respondió a la misma pregunta (pero sobre el Cine) Gloria Swanson: "No lo sé. No lo creo. Pero en todo caso es la Literatura la que se ha hecho pequeña". Soltó una carcajada más allá de la locura, se bebió la novena Coca-cola de la velada, encendió el cigarrillo 97 del día, y mirándome con esos ojos suyos de brasas heladas, me dijo: "Hemos sido amigos...¿verdad?"
Querido Leopoldo, sí, hemos sido amigos. Ahora ya has visto el color de los ojos de la Muerte. Y estoy seguro de que te has dado la lengua con ella. Queda, para nosotros, tu obra; esa obra ante la que, en muchos versos, me quito el sombrero.
Adiós, amigo.

lunes, 8 de abril de 2013

HOMENAJE A MARGARET THATCHER


Todos los defensores de la Libertad - la verdadera, no esas necedades que muchos consideráis  libertades y que no son sino el consumo de las miserables engañifas con que el Poder distrae a las masas para poder seguir esquilmando a la sociedad  - estamos hoy de luto. No sólo Inglaterra, ni Europa, sino hasta el último rincón del mundo. Ha muerto Margaret Thatcher.                      
Cuando la señora Thatcher llegó al poder, Gran  Bretaña estaba arrasada moral y económicamente por los gobiernos Socialistas y la devastadora política de esa patraña llamada "Estado del Bienestar". Cuando la traición de tantos la obligó a dejar el poder, Inglaterra había recuperado su dignidad y la nación estaba en camino de la verdadera recuperación económica. Devolvió al pueblo sus derechos, limpió sus libertades, cimentó sus garantías monetarias, acabó con la violencia de los sindicatos - con lo que eso significaba en Gran Bretaña -, honró sus derechos cuando unos generales  borrachos arrastraron a Argentina al desvarío de la guerra de las Malvinas... Le debemos tanto como ejemplo de lo que un gobernante ha de hacer. 
Pero no le debemos solamente ese ejemplo. Junto a otros dos grandes gobernantes, el Papa Juan Pablo II y el presidente Reagan, hizo todo lo posible - y lo consiguieron - para acabar con el Comunismo, esa insania criminal que durante casi todo el siglo XX  había asolado el mundo devolviéndolo al hambre y cubriendo de asesinados allí donde se alzaba. Esa victoria ya sería suficiente para que el nombre de Margaret Thatcher fuera pronunciado con respeto y orgullo hasta en la última escuela de la Tierra.  
Yo estoy de luto. Y creo que millones de personas lo están. Quienes no lo sientan así, deberían reflexionar sobre hasta que punto están engañados por la desinformación de la Izquierda.

sábado, 8 de diciembre de 2012

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES


De verdad, ¿qué os enfurece, por qué está fobia desencadenada contra el Ministro de Educación? No ceso de leer encendidas opiniones descalificándolo, y manifestaciones, y alarmas generalizadas. Pero lo cierto es que no sé muy bien qué ha prendido la mecha de la ira. Debo confesar que casi no conozco sus propuestas, pero las pocas de que tengo noticia, no van por mal camino.  Tampoco sé mucho de los actuales enredos de la salud académica, y acaso desearía saber menos. De todas formas, no os inquietéis: Ni su gobierno ni el partido que lo sostiene, van a respaldar propuesta alguna que "no guste" al paisanaje. No llevarán adelante ningún programa. Palabras y palabras y palabras. Pero a la menor oposición, por tímida que sea, reculan. 
Por eso yo sí tengo que reprocharle al señor Ministro. Siendo yo de los que piensan que el Estado no debe dirigir la Enseñanza - me parece una monstruosidad afinada por nazis y comunistas y otros  secuaces de la intolerancia -, mientras, como diría Borges, esperamos el Godot de los gobiernos  "mínimos", alguna reforma sí puede llevarse a cabo. Y la decisión sobre la Lengua en que normalmente debe impartirse dicha Enseñanza, sí corresponde al Estado, entre otros motivos porque la multiplicidad idiomática (¿por qué no los diversos Arabes, o Chinos, que suman ya una población superior, aquí, a la que pretende el Catalán u otras lenguas peninsulares?) no es económicamente  viable. Por ello, si en todo el territorio nacional ha de existir eso que llaman Lengua Vehicular - pobre lengua, sufrir tales adjetivos - sin duda debería ser el Español, idioma hermoso y muy necesario par entenderse con los millones y millones de personas que lo hablan por todo el mundo. Como segunda lengua, el Inglés, que tiene las mismas características que el español, o aún mejores. A veces incluso he delirado pensando que sería mejor invertir los términos; pero bueno, somos españoles. Después, que cada cual hable y escriba o se comunique como tenga a bien  para sus intereses y su enriquecimiento cultural.
Y eso es lo único que, me parece, incumbe al Estado, y por ahora. Creo que la Enseñanza debe ser toda y absolutamente Privada, y depender de cada centro programas y contenidos. Con -es obvio -libre elección de centro,  colegio o Universidad por parte de los alumnos o su familia. Los que enseñen mejor y preparen más convenientemente para la vida profesional (y no sólo "profesional") sobrevivirán y prosperarán; los inferiores irán desapareciendo para bien general.
Sobre el coste de los centros y la forma de hacerle frente, con el fin de que no se pierdan alumnos capacitados y verdaderamente deseosos de aprender por causa de su situación económica, ya me he extendido en otras ocasiones.
Yo sé muy bien que la transformación de la actual Enseñanza en Privada, libre, de calidad,  no es labor de pocos años. Pero me hubiera gustado ver al señor Ministro, por lo menos, apostar por ello, explicárselo a la nación, evidenciar su necesidad.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

PARA LOS AMIGOS:



Recibo "Correos" - y es curioso que me lleguen como tales y no haya ninguna respuesta "abierta" en el Blog - donde amigos y conocidos me preguntan por mi silencio. 
Podría aducir varias razones, pero acaso ninguna tan contundente como mi sensación de que dicho Blog puede ser leído por muy pocas personas, y estas son amigos precisamente, que ya me conocen mucho  como para esperar que se me ocurra algo "nuevo".
En teoría, ¿para qué sirve un Blog? Yo pensaba que era una forma de conversar, de conversar con amigos que en ese momento se encuentran lejos y no es posible hacerlo en persona, y con algunos otros que, desconocidos, se tropiecen (si eso es posible) por casualidad con el Blog y encuentren algo que les interese. Pero lo primero que no existe es esa "conversación". Y escribir para mostrar lo que uno pueda o no saber sobre este o aquel tema, me parece vanidad. 
Puede que más eficaz, si de lo que se trata es de establecer vínculos con desconocidos, y mantenerlos con los amigos ausentes, y de ir metiendo "cuñas" que hagan reflexionar sobre lo que uno piensa que debería considerarse de otra forma que la que ve expuesta, sea el Facebook. Porque en el Facebook sí se establece una comunicación inmediata, y tengo las suficientes comprobaciones para saber que algunas ideas y determinadas conjeturas, no se pierden, son aceptadas con entusiasmo o rechazadas con odio - últimamente, por ejemplo, he tenido desacuerdo digamos "ardoroso" con alguna argentina, por mi aborrecimiento de la chusma peronista. 
El Blog puede servir para razonar más extensamente sobre algunos problemas "de actualidad"; aunque ya la extensión parece contraproducente y que el medio requiere un pensamiento en píldoras para el que estoy poco preparado. Por eso creo que voy a dedicarme un poco más al Facebook que a este Blog, al que doy por concluido salvo que hubiera algo muy importante - pero no se me ocurre qué puede surgir de importancia en nuestro tiempo - que comentar
Adieu, donc. 


sábado, 17 de noviembre de 2012

EN DEFENSA DE LA BANCA


Hay ciertas cosas que me cuesta trabajo entender, puede que porque sus premisas sean falsas y hagan chirriar mis entendederas; o quizá yo me he vuelto definitivamente imbécil a causa de la edad y los vaivenes del mundo.  Pero a pesar de lo convencido que estoy de la inmensa fuerza de la desinformación al servício del rojerío reciclado, no comprendo cómo un engaño de las dimensiones del que está moviendo a la sociedad contra la Banca, tan evidente, puede arrastrar a tanta gente.
Me gustaría que alguien me sacara de mi error, si lo es.
Porque yo veo la situación de otra forma y desde otro punto de vista. Y lo primero que me parece incuestionable es que, con esta maniobra, lo que ha conseguido el Poder es apartar la ira de su cubil legislativo, dirigiéndola hacia otro "target" que a su vez también falsea al verdadero culpable.
La falacia "base" consiste en hablar de Banca, y no de Cajas de Ahorro. Los verdaderos bancos no creo que hayan tenido demasiados problemas, y muchos de éstos habría que adjudicarlos a la presión de un Estado insaciable. Ya sabemos que la Banca no es la madre Teresa de Calcuta - ni tiene por qué serlo y, es más, qué peligroso si lo fuera -. La Banca es un negocio, y "es buena" si consigue hacer bien su negocio: ganar dinero. Si algún banco usa procedimientos fraudulentos, será asunto a juzgar por los Tribunales. Pero los verdaderos culpables de la situación de descalabro económico no son los bancos, sino las Cajas de Ahorro, entidades que habían funcionado eficaz y correctamente hasta el momento en que la gentuza política y sindical se apoderó de ellas convirtiéndolas en cómplices de sus desmanes, tanto los debidos a su incapacidad de gestores como pura y llanamente, al robo con la más absoluta impunidad.
Por lo tanto, yo invitaría a los medios de comunicación a no usar la palabra Banco y sí a centrarse en la denuncia de la actuación de las Cajas, y con ellas, a la de los poderes que las han y nos han arruinado.
También me llama mucho la atención que los responsables políticos, sindicales y de la Dirección de dichas Cajas, no sólo no estén juzgados, y presumiblemente pudriéndose en la cárcel, sino que hayan salido, como se dice, "de rositas", algunos de ellos hasta condecorados y situados en puestos de la más alta consideración. 
No. El problema de España - como los de Europa, aunque la gravedad del patrio sea mucho mayor por la existencia (creciente) de un paro inhumano e insostenible - no son los Bancos: es el Poder. Y es contra el Poder, sea el que sea, siempre que persista en la misma vil  ejecutoria, contra el que debemos rebelarnos. Pero rebelarnos sabiendo quienes son los causantes y responsables de nuestra Ruina.  
Y para terminar, si os parece, hablemos de las hipotecas, tan de moda no por ellas sino por sus consecuencias si hay impago: el desahucio, en todas las bocas últimamente, y al que los gobernantes, precisamente ahora por ser un clamor, deciden regular por las buenas, metiéndome una vez más en lo que no es suyo y sin saber si se ajustan o no a derecho. Aunque eso no creo que les perturbe mucho.
Las hipotecas es algo que libremente pactan quien presta y quien recibe, con todas sus condiciones bien aclaradas - y os aseguro que desgraciadamente sé sobre el tema más de lo que me gustaría saber -. Salvo que el prestador haya engañado al prestatario, u omitiendo información o aprovechándose de unas facultades intelectivas deficientes en éste, y en ese caso no es asuntó del gobierno sino, como debe ser en todo, de la Ley, quien firma algo debe ser consciente de a qué se obliga, y de sus consecuencias. Y de lo primero que ha de responsabilizarse es de si podrá hacer frente a sus compromisos y no sólo contando con los ingresos que pueda tener en el momento de hipotecarse (puesto que los empleos son pasajeros y Dios no les ha concedido la eternidad; por ello en la mayoría de las naciones, el alquiler supera en mucho a la propiedad). Vivir un momento de prosperidad no justifica embarcarse para un futuro desconocido en gastos que jamás hubieran sido imaginados sin dejarse voluntariamente deslumbrar por esa aparente fortuna. Y si se dejó, eso tiene un precio. No cabe duda que la actual precariedad de los ingresos en España, puede dar lugar a situaciones muy difíciles y dolorosas, y que la sociedad - no el gobierno - debe tratar de ayudar - y de hecho se está haciendo así en millones de familias -. Pero esa ayuda en casos de verdadera necesidad, debe ser lo que es, y serlo bajo el digno y altísimo nombre de Caridad: por amor, por el respeto que el ser humano merece (cuando no lo ha perdido por indeseable). Y no por marrullerías políticas que invocan derechos cuando en realidad suman votos.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Cheek to Cheek


                                   
No hay forma de poder hablar con alguien de España - y la verdad es que los franceses también están algo inquietos - sin que la conversación derive hacia el "problema de Cataluña". Es asombroso lo conseguido por los delirios de un ceporro y la muy poco inteligente respuesta de lo que pudiéramos llamar el Poder central.

DIGRESIÓN (inicial):
 Cuando yo era niño, el servicio de casa procedía de varias regiones y pueblecitos de Murcia, incluso, creo recordar, una cocinera de mi abuela era asturiana. Mi abuelo paterno era de Laroles, en la Alpujarra, y mi abuela, de Puerto Rico; mi padre había nacido en Cartagena; mi abuelo materno era de Extremadura, y mi abuela de Madrid, así como allí nació mi madre. Mis hijos tienen madre parisiense y padre español. Los negocios de mi familia ocupaban a personas de muchos orígenes peninsulares. Por los de mi abuelo paterno, estábamos muy ligados a Cataluña: la primera vez que yo pisé mi amada Barcelona tenía siete años, y acompañé a mi abuelo en varias visitas a firmas como Roca Umbert, Sans y, años más tarde, la Velera Marsall. A mi abuelo, toda mi niñez y hasta su muerte en 1958, lo llamé "avi". Entre mis maestros, fundamental para mi escritura, estaría Salvador Espriu, como estaría Pla, y  muchos de mis mejores amigos y compañeros de viaje - Alberto Viertel, Victor Bloch, Alejo Vidal Quadras, Carme Riera, Pedro Gimferrer, Carlos Pujol,  Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral... - eran "mi" Barcelona, como lo era mi pasión por María del Mar Bonet o mis relaciones con Gabriel García Márquez. El catalán siempre me ha parecido, lo he sentido - no así otros inventos peninsulares - una Lengua, una verdadera lengua, con Literatura de siglos. Y la respeto tanto que si puedo leer sin dudas cualquier texto o participar sin problemas en una conversación, yo me expreso en español por no cometer incorrecciones.
¿Qué quiero decir con todo esto?: Pues que lo importante, lo enriquecedor, lo verdaderamente humano es la variedad, la libertad en las costumbres, que sea la vida y lo que nos va pidiendo para vivir mejor la que decida lo que tenemos que hacer. Claro que el desarrollo de nuestro mundo cada vez tiende más a la uniformidad, y por ello se hace necesario que defendamos lo que constituye nuestro ser, lo que recibimos con la leche materna, ese ámbito donde nos formamos. Común a todos los que constituyan - mientras constituyan - ese espacio mayor que sería la nación, deben ser las leyes que los protejan, la Lengua que une (esa "koiné"), el mercado único, los recursos naturales, la Justicia (y mínimas diferencias como la separación de bienes en el matrimonio, o algún fuero merecido por la tradición, no afectarían a esa unidad),  Hacienda, el Ejército, las fuerzas de Seguridad, las vías de comunicación... Luego, que cada cual baile la sardana o el chotis o se emocione hasta el tuétano ante las procesiones de Semana Santa en Andalucía.
Yo lo que quiero es comer papas aliñás en Sevilla, y si voy a las Vascongadas, merluza, y ese marisco excepcional de Galicia, y no le veo sentido al salmorejo en Cadaqués o a la Cassola del troc en Jérez de la Frontera.Claro que todo está riquísimo en todos sitios - y un símbolo maravilloso de lo que somos (o hemos sido o deberíamos ser) es ese mezclarse peninsular de nuestro paladar y nuestros placeres, pero tampoco cabe duda de que lo nacido en un lugar, tuvo sus motivos y allí sabe mejor. Hasta la ropa , y la belleza de las mujeres es diferente pero todas apetitosas; como el vino y los paisajes.
Debo decir también - acaso porque no suelo moverme en ese cubil mostrenco de los nacionalistas a ultranza - que ni he tenido ni presenciado problema ninguno en Cataluña ni por el uso de la lengua que fuese ni por las insignificantes diferencias de carácter, tan sólo algunas aberraciones pero que no se debían a los catalanes sino a ucases de la hermandad en el cretinismo que los martiriza. Lo natural siempre ha sido -  como en tantas cenas en la casa de Carme Riera o aquellas reuniones a las que asistí siendo niño donde se hablaba catalán o castellano indistintamente - esa maravilla, ese espejo de la Civilización  (podría recordar también veladas en Venezia, Istanbul, Kyoto o Berlín, donde se entrelazaban cinco o seis lenguas, más el predominio de la koiné inglesa, y donde rara vez alguien se expresaba en la suya propia).


Y AHORA SIGO CON EL TEMA QUE ME (NOS) INTERESA:

Voy a referirme solamente a este "problema catalán" que tanto os preocupa. Por mi parte prometo que, acabado este escrito, no volveré a aguar una buena cena con mis reflexiones ni permitiré que me la perturbe nadie.
Lo primero que conjeturo es que se trata de "un problema" que sólo desasosiega a parte de esa sociedad.
El asunto muestra dos caras: la de los llamados NACIONALISTAS, ya en su bufonada SEPARATISTA. Y lo que calificáremos de CENTRALISMO, para juntar de alguna manera en ese concepto al resto de la nación española, pero sobre todo al Centro,  a lo que fue "Castilla".
Por lo que yo he observado, suele haber tres clases de NACIONALISTAS:
A.- Los canallas; quiero decir, los que importándoles un rábano la verdadera Historia de su tierra ( si es que la conocen)  o las consecuencias de sus apuestas ( que suelen ser suicidas), usan esas irracionales apelaciones a misteriosas identidades como una forma fácil y rápida de medrar - porque de las consecuencias de sus baladronadas ellos se ven muy lejos (y eso en el mejor caso, porque si no están lejos significa que siguen destruyendo) - cuando no para ocultar otros desmanes.
El Nacionalismo - como el Socialismo - cuando son "tibios" se limitan a perseverar en su error intelectual; los daños colaterales para la sociedad pueden ser llevaderos y sobre todo limitados en el tiempo. Pero cuando asolan como la caballería de Atila siguiendo el ejemplo Comunista, entonces ya se convierten en un peligo para la Humanidad.
Y cuando una nación se descoyunta, se convierte en caldo de cultivo para que cualquier miserable  pueda alzarse con el apoyo de un pueblo desconcertado y proclive a la aberración. Yo no creo que esté tan avanzada la descomposición de Cataluña - y de España -. Creo en el buen sentido de la  mayoría de la sociedad catalana, y creo que el Sr. Mas y su cuadrilla pueden sufrir un susto. Si no fuera así, todos nos lo habríamos ganado a pulso.
Recuerdo ahora una página de Borges donde cuenta alguna conversación con aquellos fanáticos  pronazis argentinos que soñaban con el triunfo del Nacionalsocialismo; y dice Borges que conforme iban enardeciéndose en sus argumentos, él se dio cuenta de que "tenían miedo"  de esa victoria.
Yo he tenido esa sensación viendo alguna intervención del Sr. Mas.
B.- La excesiva cantidad de jóvenes a los que se les ha inculcado en la Enseñanza, desde muy niños, y con el apoyo de la "Intelligentsia"ad hoc  y los bien mantenidos medios de comunicación al servicio de esa barbaridad, una Historia y unas incompatibilidades que jamás existieron.
Conviene decir que esa labor destructora de la Verdad, mentirosa sobre el futuro y engendradora de odio y enfrentamiento con el resto de la nación, no hubiera sido posible sin la cobarde connivencia  y el aliento del poder que, para entendernos, llamaremos CENTRAL.
Y C.- Los que sienten de una forma especial su mundo, sus costumbres, su lengua (en los casos que así fuera; porque gran parte de la población de Cataluña es aporte de otras tierras de España), pero sienten también - porque saben - cómo la Historia ido construyendo las naciones, y cómo se estructura - o se desarticula, si se llega a eso - una convivencia que ha sido enriquecedora dentro de ese vasto conjunto llamado España, que no se entendería sin ellos como ellos no sería comprensibles sin aquella. Quiero decir: los "leales" a lo que se "es" por nacimiento, pero conscientes de que ese "ser" no es excluyente de otras lealtades y afinidades y que donde mejor madura y se ennoblece y fecunda y es fecundado su existir es precisamente en una visión cosmopolita del discurso humano.


Veamos ahora a los que hemos denominado CENTRALISTAS. Estos a su vez agrupan varias categorías:
A.- La misma ralea de canallas, aunque de signo e intereses opuestos. También suelen ignorar la verdad de la Historia de su nación, y lo único que hacen es cargar su escopeta con los rencores por lo que imaginan que fue España antes de su "decadencia" y sobre todo antes del destazamiento de estos últimos años. En el poso de su fobia no hay sino deseo de continuar siendo Quien-Manda-en-Todos. Al igual que los Nacionalistas, como verdaderamente poco tienen a qué agarrarse en la realidad de los hechos, también apelan miserablemente a lo irracional y tribal aferrándose a la  ficción de una  "identidad" no menos falsa que la de aquellos.
B.- Los que ignoran - aunque no lleguen a la vileza de los A - que una nación es la suma por  agregación (y voluntaria)  de culturas diferentes decantadas en una aventura común que a todas las mejora pero respetuosa con las diferencias "aceptables".A muchos de estos les oigo decir, más con hiel que con amargura, refiriéndose a los catalanes: "¡Pues sí quieren irse, que se vayan!"; lo que no es tan fácil, porque ni la mayoría de los catalanes quiere "irse " ni es posible hacerlo en el mundo en que vivimos. También parecen ignorar que España no sería la misma - esto es: No Sería -  sin ese pedazo entrañable y que la ha constituido desde hace tanto y con tantas aportaciones fundamentales culturales, políticas y económicas. La ventaja de estos B es que no son peligrosos.
C.- Coinciden en mucho con los C del capítulo NACIONALISTAS. Como es natural, no sienten tan suyo el caudal de tradiciones, lengua, etc, un poco diferentes, pero sí son conscientes del derecho  que a todo pueblo le cabe de amar lo que quiera amar. Como este apartado suelen componerlo personas más inteligentes y cultas y sosegadas, entre ellas y los Nacionalistas C pueden y suelen llegar acuerdos notables de prosperidad para todos.

Y ahora hay algunas cuestiones que me gustaría reflexionar un poco sobre ellas.
Está el  tema de la Lengua. Sobre éste creo - o yo no conozco ejemplos - que una lengua jamás ha significado ni construido una nación. Son las agrupaciones humanas las que deciden por su conveniencia en que koiné comunicarse. La lengua de una nación es posterior a la nación. Y la falacia de pretender fundar una tribu exclusiva sobre un idioma no es imbecilidad menor, pero sí muy peligrosa, que determinarla por el color de la piel, no sé qué de la sangre o qué Dios tutelar. Han existido (y existen) naciones diferentes que comparten una lengua, como naciones perfectamente definidas y "muy centralizadas" cuya población desconoce  en su mayoría la lengua "oficial"  (por no citar otras, Francia, que llega a la Revolución de 1789 con sólo un doce por ciento de sus habitantes que pudieran manejarse en francés). Y tampoco las lenguas son eternas. Evolucionan, nacen y mueren; y ese discurso tampoco tiene que ver con su "calidad". El Latín, la más excelsa, con el Griego, madre de todo, acabó, y su herencia nos ha formado; pero nadie habla ya latín salvo algunos estudiosos. No se impone una lengua por su excelencia solamente, ni porque nadie lo decida, sino porque la Historia va convirténdola en la más necesaria. Hoy, por ejemplo, si uno habla en español - y se trata de una lengua que habla medio mundo -, se da cuenta de que no es suficiente; es "necesario" que pueda también comunicarse en inglés. Qué decir entonces de quienes pretenden recluirse en idiomas minoritarios. A mi entender, un catalán - y es lo que normalmente yo me encuentro en Cataluña, entre gente civilizada - debe hablar perfectamente en español, después, como segundo y extraordinario comunicador, en inglés, y por último, si le place, en catalán.
Y sin duda, bien orgullosos  - como yo me siento, pues toda la Literatura, y cuánto más una de las de España, son mías - deben sentirse los catalanes de lo escrito en sus tierras, ese regalo magnífico. Porque tiene solera, es hermoso fonéticamente, trae al tesoro común los matices de su sensibilidad, de su forma de ver el mundo, de sentirlo.
Como la Literatura en castellano, es un reflejo de nuestra Historia, con elecciones - cuando son las  del puro gusto artístico - que toman ésta o aquella lengua por su idoneidad para el género o el momento. Pienso en Alfonso el Sabio, que amaba el gallego como medio de expresión poética. Pienso en cómo se impone el castellano desde finales del siglo XI, para la épica (ahí está el MÍO CID). Y en cómo conviven castellano y gallego según se trate del sonar de la batalla o de más líricas demostraciones, hasta que ya con el Arcipreste, mediado el XIV, el primero gana la partida. Y pienso que al mismo tiempo ya los reyes de Aragón y los Condes de Barcelona habían gobernado su Imperio Mediterráneo en catalán, y pienso en las HOMILIES D'ORGANYÀ, y en cuanto viene de la Langue d'Oc, y en esa consagración de una Lengua que es el LIBRO DE MARAVILLAS de Ramón Llull, y en Muntaner, y el Cardenal Margarit, y en LO SOMNI de Bernat Metge. Pienso en esa lengua que sería el Catalán recibiendo a su vez toda la riqueza carolingia y la de los trovadores de más allá de los Pirineos. ¿Y ese extraordinario siglo XV, esa Corte de Juan II de Aragón, la muy cosmopolita de Alfonso el Magnánimo, donde se escribía sobre todo en castellano; el CANCIONERO DE STÚÑIGA? Pienso en  la plenitud absoluta de Auiziás March.
Después... Hay discontinuidades, como en lo escrito en castellano, en español - recordemos la decadencia del XVIII (aunque ahora se quiera ver algún destello en Cataluña) y los espacios en blanco anteriores. Y después... el ahínco en el resurgir del catalán actual en el XIX:  la GRAMÁTICA de Pau Ballot, Pompeu Fabra, la ODA A LA PATRIA  (MA PÀTRIA titula él) de Arribau, la obra ordenadora de Milà y Fontanals, y Verdaguer, y Prat de la Riba... Etc.

Bien. ¿Y qué? Todo eso lo único que justifica es el amor por una hermosísima lengua, deseo de aprenderla, de gozar con sus obras; pero ni más ni menos que lo que podemos sentir por disfrutar o no del alemán, el árabe, el anglosajón, el chino o el japonés, incluso de alguna antigua lengua africana. Vaya cada cual allá donde su inteligencia y su facilidad para los idiomas se lo permita.
El catalán, siendo tan nuestro, tan ligado a lo que nos ha formado, debería despertar el interés de muchos.
Pero a lo que yo me refiero cuando hablo de la jerarquía de la "necesidad" es a la prioridad vital de una sociedad. Y hoy, en 2012, en este mundo donde hemos de movernos, con el sano - y espero que imparable -  caminar hacia mercados libres y sociedades abiertas, en la indefectibilidad de una Koiné, el catalán tiene poco que hacer y es malvado hacer perder el tiempo, obligatoriamente, a nuestra juventud en su aprendizaje.

También me gustaría razonar sobre algo que constituye motivo de diferentes interpretaciones, y que como cabe pensar, no todas pueden ser ni verdaderas ni "razonables"; y me refiero a la Historia de España. No la que se enseña en nuestro abominable y polimorfo sistema(s) de Enseñanza, sino la que verdaderamente nos ha formado.
Vamos a ver. Yo creo que Ortega y Gasset llevaba razón cuando, comentando a Mommsen, decía que una nación - y por supuesto un Imperio - es un vasto sistema de "incorporaciones". Esto ya de entrada nos trae un aire refrescante de claridad cosmopolita frente a cualquier planteamiento cateto.
Con respecto a España, si trazamos un plano con flechitas que nos vayan indicando la juntura de los diversos reinos que surgieron en la lucha contra el Moro, es aleccionador ver cómo progresivamente  van confluyendo e integrándose estos poderes, hasta llegar a esa bicefalia ejemplar de los Trastámaras  (dos reinos pero una sola dinastía) - Castilla y el reino CatalanoAragonés - que inmediatamente se fundirán
en ese único rostro de España que son los Reyes Católicos, el gobierno mancomunado de Isabel y Fernando.
En ese proceso, sin duda fue Castilla, su inmensa “energía” afilada en la Reconquista, la que atrajo esa serie de "incorporaciones", la mayoría coherentes, afines. En lo que se refiere a la actual Cataluña,  acordaos de que ya para el gran Jaime I el Conquistador lo único existente era España, y si eso lo pensaba alguien como él... Ya habían tenido ese buen sentido las tribus primitivas que se enfrentaron a Roma, pero que en cuanto comprendieron lo que Roma era, fueron los más decididos aliados en la romanización de la Península. Como extraordinario es que esa España que une a las Españas, más que a Isabel, se debe a las altísimas miras de quien era el heredero de Aragón, aquel político sin igual que fue Fernando (miras para las que tuvo que aplacar algún aldeano lamento). Y esa España inteligente, decidida, unida en un destino común y el glorioso sueño de la Conquista de América, llevará una Civilización superior más allá de los mares y una Lengua  - el castellano, ya el español - a un dominio entonces universal. No es posible separar la Unidad de España de ese sueño colonizador, de ese sueño civilizador donde el filo de las espadas - como he escrito en alguna ocasión - no sólo aseguraba el poder, sino que en ese filo brillaban Aristóteles y las Leyes, Chartres y lo que sería Europa. Y en ese sueño participaron hombres de todas las tierras españolas. Así cómo en las venas de Castilla latía sangre vasca y cántabra, marinos del Norte, guerreros de Extremadura, andaluces y valencianos navegaron en barcos construidos en muchas regiones y clavaron con orgullo  el nombre de sus comarcas y pueblos en aquellas lejanías que incorporaron al Mundo.
Como escribe Vicens Vives, los Reyes Católicos ofrecieron a los pueblos de España iguales oportunidades en esa nueva Unidad ( sobre todo el Rey Fernando, que además proseguiría el no menos importante sueño de la Mediterraneidad, otro destino español). Y esa España es el fruto de la fortaleza "de alma" de Castilla y la sabiduría mercantil y política de Cataluña y la Corona de Aragón.
Después vendrían malos tiempos, vientos contrarios debidos al mal gobierno, y cuando España vaya  hundiéndose en su decadencia -  pienso en Felipe V (aunque ya viniera de antes) y Olivares - y ese  Sueño viejo - ¡Cómo se siente en el QUIJOTE! - vaya desvaneciéndose y la Corona, ese Centro, dejando de "integrar", es cuando Cataluña empieza a poner en entredicho los límites de ese poder central. Y a eso, el Centro responde como quien ya es "Otro", y cincha en lugar de dialogar, impone. Cataluña irá configurando su rebeldía , y con aliento y apoyo de Francia, en 1639-40 firmará con sangre esa disociación. En ese momento, el Centro, ciego, se atemoriza, y con Carlos II devuelve a Cataluña privilegios que, sentidos hijos de ese miedo y esa incapacidad de gobierno, alienta los rencores no menos ciegos de algunos catalanes, y los lleva a secundar a Juan José  de Austria en 1669. La Guerra de Sucesión, con una Cataluña sostenida en su deriva por los enemigos de los Borbones, lleva a otro signo de debilidad del Centro y a Felipe V - ¡y Felipe sí era un fiero heredero de la tradición centralista de Francia! - a presentarse como garante de las libertades catalanas. De todas formas el proceso de desintegración estaba avanzado, y con el apoyo de Inglaterra, presta a debilitar a los Borbones sosteniendo al Pretendiente, fuerzas catalanas incluso ocupan Barcelona declarándola Capital de "la otra España"-  ¡Aún España! - . Cuando tropas "centristas" derroten al Pretendiente en Brihuega, Barcelona caerá  y Felipe V podrá dar rienda suelta a su política tan opuesta a la de los Reyes Católicos y la verdadera tradición española. Desde ahí se cuece el "catalanismo", que reforzarán los decretos de Nueva Planta que vulneraban los fueros de la Corona de Aragón.
Hasta aquí lo que vemos es la crónica de una desavenencia, pero digamos que como tantos desacuerdos matrimoniales, acaso hubiera podido solventarse con cordura. Porque si se plantean discordias, aún lo es dentro de un marco lo suficientemente común, y de hecho, el levantamiento de 1822 no será "Catalanista" - como no lo serán los alzamientos Carlistas-  sino antiliberal y en consecuencia "Realista", esto es: de apoyo al Centro; como toda la primera mitad del siglo XIX no dejará Cataluña de reforzar sus lazos con Madrid en beneficio de sus intereses algodoneros.
Conviene meditar en que si la burguesía catalana se opuso a Espartero y sus aperturas "liberales", no lo hizo por catalanismo, sino precisamente por "reaccionaria". Es el bombardeo de Barcelona en 1842 lo que hizo bascular los sentimientos hacia la idea de que tratar con el Centro era tratar "con Otro". Ese sentimiento se modera a lo largo de la segunda mitad del siglo cuando Cataluña va convirtiéndose en el faro de recepción del éxodo de otras regiones con menos posibilidades de una vida aceptable, a lo que tanto colaboró el desarrollo del ferrocarril.
Es probable que los agravios, reales e imaginários, del inmediato pasado, unido a esa inmigración, alimentarán el Catalanismo como signo de una ¨identidad¨ que - sobre todo en la burguesía; no olvidemos que el uso de la lengua catalana como rasgo diferenciador se produce en las élites - abonándola podría lograr más ventajas, por supuesto económicas. Es por estos tiempos cuando se empieza a escuchar la palabra "autonomía" y Pompeu Fabra emprende la ardua tarea de "construir" una lengua unificadora precisamente sobre la usada por esas élites.
Bajo Alfonso XIII se busca- más por el Centro que por Cataluña - sosegar los enojos; pienso en Maura, aceptando parte de los deseos autonomistas, pero las revueltas obreras y el pistolerismo,  tanto patronal como proletario, y ya estamos en 1909, anularían buenas voluntades.
 En fin, el resto de la Historia es suficientemente conocido: La aberración de la Segunda República y en ella la inmensa traición de Cataluña arrastrada por indeseables como Maciá  - ¨¡ Estat català!¡Ja som lliures!¨-, Lluis Companys - ¨¡Ja està fet!" - y otros energúmenos de dudosa inteligencia; la espantosa Guerra Civil a que los Socialistas, ya desde 1934, condujeron a los españoles; el hedor rancio, inciensado, sórdido del Franquismo; y, para terminar, nuestra flamante Democracia. Y es ahora, en estos últimos años, cuando ya no sería ¨natural¨, un nuevo Nacionalismo - yo no creo que sentido por la mayoría del pueblo catalán, sino engendrado artificialmente ¡y apoyado y sostenido y estimulado por el gobierno Central! - lleva al paroxismo cuanto puede separar a Cataluña del resto de la nación,  y aúpa de voceros a unos desaforados que convierten el invento en identidad nacional - bien pertrechados,por supuesto, con el dinero público puesto al servicio de la discriminación positiva y la abyección de la Inmersión Lingüística, entre otras infames decisiones - y que ahora se desgañitan con exigencias de Secesión.

No quiero cansaros más. Sin duda me he excedido, sobre todo teniendo en cuenta que  esto es un blog. Pero  que lo sea permite una rápida y mayor difusión de mis acaso torpes y puede que enmendables - ya se encargarán de esta tarea mis amigos de Barcelona, y muy especialmente me gustaría conocer la opinión de mis queridos Carme Riera, Carles Duarte, Pedro Gimferrer y Alejo Vidal Quadras - conjeturas.
Perdonad por el tiempo que os haya ocupado.
Con el más entrañable abrazo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

RESPUESTA A FRANCESCU-MICHELE


Mi muy querido Francescu-Micheli,
te aseguro que sí percibo las intenciones "reales" de ese homenaje a nuestro prohombre tan denostado por algunas almas insensibles a la belleza de la Muerte. Pero no puedo evitar "percibir" que tal enaltecimiento camina sobre dos patas que me son tan ajenas como despreciables: la de la cobardía, y nadie sabe por qué ante una Izquierda que ya está pasando a mejor vida (a mejor vida para los demás, quiero decir) y la de pretender -  pretensión cimentada por la ignorancia, la estolidez, la ruina moral y el temor a no ser tan moderno como para no aceptar que todo vale lo mismo, esto son dos días y me voy a que me den otro ordenador - captar votos vengan de donde vengan, de nuestra Derecha que Santa Lucía le conserve la vista.
Y tampoco creo que sea, como aseguras, un "homenaje a la Democracia". Y si así lo fuera, si para extasiarnos ante ese abuso de la estadística, que diría Borges, hay que homenajear el Crimen, entonces apaga y vámonos.
Mira: Si los Carrillistas  - y uso este apellido para no insultar a muchos comunistas de buena fe, claro está que en "las bases"', que se dejaron la piel luchando contra el Franquismo (por cierto:  los únicos que te encontrabas en la clandestinidad, porque los socialistas ni estaban ni se les esperaba -  salvo Franco, que sí los esperaba), soñando que era verdad ese mundo mejor con el que les engañaban los canallas de sus jefes -no se hicieron con más poder en los últimos años Setenta, fue porque no pudieron. Como en Francia en el 44 y 45. Nuestro prócer pacificador aceptó Bandera y Corona como hubiera aplaudido lo que fuese a cambio de sentarse en el Parlamento (sabido es cuánto amaba los Parlamentos).
Querido Francescu-Micheli: ¿Tú crees que la "reconciliación" cayó sobre la cabeza española, como las llamitas de Pentecostés, por sentarse juntos en las Cortés individuos al parecer de tan diferentes trayectorias políticas?¿Sabes cuál fue la verdadera Reconciliación de las Españas? : el PERDÓN. No necesitó leyes, ni memorias históricas (al contrario, dejar de lado esa memoria por mirar un futuro mejor), ni gobiernos que la decretasen. Fue el pueblo, la inmensa mayoría, la gente que lo único que desea es vivir y vivir en paz. La buena gente que por encima de perversas ideologías -todas- , habiendo sufrido, perdonaron. Fueron los viejos principios Morales y el deseo de alejar el Horror los que llevaron a ese Perdón.
Voy a contarte algo que acaso ilustre lo que digo; y como este ejemplo, los hubo a millones.
Mi madre perdonó. Yo puede que no hubiera perdonado. La chusma de Cartagena dirigida por comunistas, en una "saca" de cuarenta y nueve detenidos, asaltó una madrugada la cárcel donde estaban -uno de ellos era mi abuelo - y conducidos al cementerio, fueron fusilados después de hacerles cavar su tumba. Esto sucedió en 1936.Yo no escuché durante mi niñez y adolescencia palabras de odio en mi familia. Cuando después de 1975 mi madre tuvo que ver alardeando por las calles a algún miembro de aquella pandilla de asesinos, tampoco le escuché reproches. Con amargura, decía: "Son otros tiempos. Hay que olvidar o jamás saldrá España de su agujero. Tenemos que PERDONAR".
Añadiré que con su padre, un hermano de éste, sacerdote, fue asesinado en Paracuellos del Jarama. Nunca escuché a mi madre o a mi abuela pedir venganza.
Si España salió de aquel agujero, para caer en este otro donde ahora nos pudrimos, fue por ese PERDÓN. Tantos perdones en los dos bandos enfrentados. No por el chanchullo político que engendró aquella guerra ni por el que ahora nos humilla.

domingo, 11 de noviembre de 2012

OTRA VEZ SOBRE LA BICICLETA


¿No me digáis que me vais a joder hasta mi disfrute de la bicicleta? Y no me refiero a la patochada ésa de usar casco de hormiga atómica; eso, basta con desobedecer los ucases, y si lo multan a uno, pues paga y a seguir al descubierto.
Pero he escuchado otro despropósito que me pone los pelos de punta: Ir en bicicleta es señal de "ideología", de " ecologismo" (?), de no sé cuántas necedades más, entre las que no dudo encontrar "ser solidario" y puede que hasta alguna vinculación con ignoro qué "Alianzas" con ni puedo imaginar qué "Civilizaciones" (Bueno... Esto último es private joke).
Y por ahí no paso. Yo creía que ir en bicicleta era por comodidad, una forma de sentirse libre, mover las piernas al mismo tiempo (lo que viene muy bien a gente como yo, siempre sentada leyendo o escribiendo o escuchando a Mozart), mirar con desapego los embotellamientos, detenerse donde uno quiere, contemplar el mundo desde ese mirador excepcional y móvil...Y ahora resulta que cuando me vean haciéndolo, cualquier cretino podrá afirmar: He ahí otro ecologista solidario. ¡No! Miren ustedes: Aborrezco lo que esas palabras han llegado a significar - hay otra expresión que tampoco puedo soportar: Crecimiento Sostenible (¿o es Sostenido; y en este caso, por quién?). Así qué cuando  me vean por ahí montado en mi amada bicicleta - de todas formas es difícil que se confundan, porque suelo ir de traje y con la corbata del Trinity College - digan con odio: Es José María Alvarez. No es de los nuestros. Incluso nos aborrece.

SOBRE ASESINOS EN SERIE II


Una de las observación mías que parece chocar - chirriar, vamos - sobre todo a los jóvenes, es el desprecio que siento por un tipejo como Ernesto "Che" Guevara, famoso Asesino en Serie, asolador de cuanto se le puso por delante y uno de los canallas más crueles - su vileza alcanza la demencia - que haya ensangrentado el siglo XX y nuestra memoria ( porque algunos tenemos Memoria).
Yo sé que lo que pueda contar frente a la inmensa, omnímoda y muy inteligente propaganda de la Izquierda puesta al servicio de esa "leyenda", acaso poco tenga que hacer. Pero dejadme - os hablo a vosotros, los jóvenes (a los "maduros" , no; porque esos sí sabían y saben lo que en realidad fue este siniestro ejemplar del Crimen Organizado Políticamente) - , aunque no sea más que por la repugnancia y la furia que me invade cada vez que veo uno de vuestros hermosos cuerpos cubierto por una camiseta donde campea este malvado.
Porque ¿cómo han podido convertir vuestras cabezas en escoria, para que podáis aceptar orgullosos esa monstruosidad?
Debéis saber que cuando ostentáis esa efigie, estáis sirviendo - sin saberlo - a la manipulación des -informadora que toda esa gentuza (Lenin, Stalin, Beria, el KGB y la "intelligensia" a sus órdenes, Mao, etcetcetc) decretó para sumar tontos útiles, desdichados comparsas ignorantes, a sus intereses.  Debéis saber que cuando lleváis esa camiseta, estáis exhibiendo el rostro de alguien que ordenó la tortura y el fusilamiento de màs de 500 seres humanos sólo por enemistad política - y hablo del principio,  de los que él personalmente seleccionó en cuanto llegó al Poder; torturas y ejecuciones que presenciaba con gusto en primera fila. Cuantitativamente es poco en comparación con sus maestros comunistas, o los del otro lado, como Hitler y compañía, pero es la misma alma envilecida. Debéis saber que disfrutó tanto con ese ser de asesino en serie que os digo, que hasta el mismo Fidel Castro, otro criminal sin conciencia, procuró apartarlo de su afán inquisitorial ocupándolo con la dirección de la Economía cubana, con lo que a los asesinatos de personas pudo añadir el de una nación a la que condenó al hambre que aún perdura. El "Che" llegó a hacerse tan peligroso hasta para sus camaradas, que Castro, bajo órdenes de Moscú, facilitó su eliminación por el ejército boliviano.
De verdad, ¿no tenéis motivos más hermosos, más representativos de lo que sentís, menos abyectos  que esa vindicación execrable?