sábado, 11 de agosto de 2012

QUÉ PAÍS,QUÉ PAISAJE Y QUÉ PAISANAJE


He vuelto a España para resolver unos asuntos, y como siempre que desgraciadamente regreso, me encuentro el mismo panorama de desesperanza, agrión del alma, retortijones de saña y gobernación de vacaciones morales y mentales. Pero ayer, viendo - uno también comete desmanes -  la televisión, he ahí que aparece un sujeto vestido estrafalariamente, y sin duda precisando con urgencia de un buen odontólogo, que al cuello lucía esa bandera terrorista que significa el pañuelo palestino, avalado tras él por una fotografía de uno de los mayores asesinos y más crueles que ha conocido nuestro tiempo, un tal Che Guevara;  y dicho sujeto, en un español también sin duda necesitado de enmienda, alababa las excelencias de un robo que se había producido en un Mercadona y prometía mayores excesos en un futuro inmediato. Me dije: No puede ser. Estoy viendo una película. Pero, no; era un telediario. Pensé: En cualquier nación civilizada, un tipejo como ese estaría ya en la cárcel. Entonces recordé que me encontraba en España, y me dije: Ah, bueno. . . Entonces me enteré de que además tal enardecido agitador - por cierto, sostenido con el dinero público, quiero decir, depredándonos a usted , a mi y al vecino del 3º - estaba ocupando con otros ejemplares de su calaña, unas tierras propiedad del Ejercito español. Me dije: Bueno, dentro de unos minutos veré aparecer cualquier fuerza de Seguridad - en realidad yo soñaba la Legión a bayoneta calada - que los sacará con la violencia necesaria de esa infamia que significa toda ocupación ilegal de propiedad ajena. Pero no. Pasaron los minutos y aquella gentuza seguía tan campante y proclamando mayores aberraciones. Tuve que apagar el televisor por vergüenza personal y quizá ajena. Y esta mañana, por la radio, escucho de nuevo al citado convulso que ya en el paroxismo de su odio, amenaza con la ocupación de bancos. He vuelto a pensar: Claro, estoy en España... Y luego: Aunque puede ser lo mejor. Porque acostumbrado como uno está a otras naciones libres , me he dicho: Cuando hay un atraco o una ocupación, la policía suele disponerse en abanico ante el establecimiento, y lo normal es que al salir los agresores, dispare hasta dejarlos como a Dillinger. Así que me quedo esperando por ver si somos una nación civilizada, lo que se dice un Estado de Derecho, o algo así como Somalia. El tiempo me lo descubrirá.