domingo, 29 de julio de 2012

OTRA IMBECILIDAD DEL PODER


Que España es una nación donde abundan los necios, es algo sabido. Que las exigencias depredatorias de cualquier Estado jamás se sacian, llevamos sufriéndolo hace ya mucho. Que la capacidad de legislar de los cretinos es infinita, lo mismo. Cuando todo eso se junta se suceden normas y leyes reduciendo cada vez más la libertad individual y llevándonos a la ruina económica y moral.
Por si no tuviéramos bastante con esa aberración de la ITV - como si uno no fuera consciente de cuando su automóvil necesita una reparación -, o de la ORA - como si las calles no estuvieran para aparcar, sobre todo después de habernos saqueado con el impuesto de circulación y otros varios -, alguien me informa de que a partir de, creo, el mes que viene o el otro, se va a considerar obligatorio el uso del casco si uno quiere ir en bicicleta por la ciudad. Servidor de ustedes, que es amante de la bicicleta , y que está acostumbrado a Cambridge o a Oxford o a otros muchos sitios, donde la gente pasea o va a sus obligaciones montado en este extraordinario invento, y además vestido normalmente, con corbata, y en muchas ocasiones hasta con la toga, declaro desde aquí que no estoy dispuesto a convertirme en una ridícula imagen de hormiga atómica sólo porque al imbécil de turno se le haya ocurrido tamaño dislate, y que seguiré usando mi bicicleta cuando esté en España, con mi hermosa melena blanca al viento. Aprovecho
para hacer un llamamiento a todos aquellos que todavía no se hayan convertido en súbditos del Gran Hermano Anormal y Miserable, para que se nieguen a esta humillación.

4 comentarios:

  1. Querido amigo,
    Yo que voy a mis clases de griego, con traje impecable, corbata de seda y –¿como no?– camisa de doble puño y gemelos, siempre montado en mi bicicleta Peugeot, un modelo de ciudad del año 1988, te apoyo plenamente. A lo mejor, llevo una gorra inglesa de felpa, pero nada más. Dos veces me atropellaron unos imbéciles, y salí con un rasguño, sin mayor daño. Cada uno es dueño y maestro de su vida, y nadie en una bicicleta hace correr peligro a la vida de los demás. A lo mejor, entiendo que se obligue a los niños hasta cierta edad, porque son demasiado pequeños para que les vean los coches, a llevar casco y chaleco reflectante, pero a nosotros ni hablar.
    Dentro de poco, si nos descuidamos, la furia legislativa obligará a los automivilistas a llevar doble cinturón de seguridad y casco integral como en los coches de carrera, prohibirán los descapotables, hacer el amor sin preservativo, dar la mano sin guante con el fin de evitar epidemias, etc. Para ser protegidos, tendremos un día que vivir como esos niños búrbujas, que al nacer sin defensas, se ven obligados a vivir en una cámara de plástico trasparente sin ningún contacto con el aire exterior.
    Yo propongo una nueva ley tomando ejemplo de Zaleuko de Locri, un sabio legislador del siglo VII a.-C quien impuso que el que quisiera cambiar o añadir una nueva ley lo hiciera con la cabeza en una cuerda que se pudiera tirar en caso de que el pueblo la rechazara, os aseguro que se tendría más cuidado a la hora proponer nuevas normativas.

    ResponderEliminar
  2. Por supuesto, mi querido FRANÇOIS-MICHEL. Estoy dispuesto a pagar yo la cuerda. Por cierto, cuando vienes a París? Un brazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  3. A mis compañeros del metal :
    Lo han conseguido, no le demos mas vueltas, siempre estamos en falta. Antes la Iglesia con su concepto de pecado nos regulaba hasta nuestros pensamientos. El Super-Estado actual nos abruma con tantas leyes concurrentes que es imposible cumpirlas. De todos lados emergen, brotan normas; municipios,diputaciones,autonomías, el Estado,Europa... no cesan de dictar normas que se superponen unas con otras y nos aplastan. Os acordais de cuando se podia tener o pasear un perro sin miedo a incumplir no se cuantas normas y regalmentos todos ellos sostenibles, hacer una obra en tu propia casa, ¿sabeís que martirio es pedir una licencia municipal?. Calaro que sí. Aunque lo que toca más la narices si aún pudiera ser y desgraciadamente podrá ser, es cuando legislan para protegernos a nosotros... de nosotros mismos. Ahí, es cuando verdaderamente están para nota estos chicos que tanto se preocupan por nosotros. Me quieren explicar a quién perjudicamos no usando el casco cuando se monta en bicicleta o el cinturon de seguridad cuando se viaja solo, por qué sancionan..., a quién se daña?.
    Esta forma de totalitarismo nos invalida, nos hace incapaces y nos anula para elegir lo que más nos conviene , hace que perdamos lo que hace digna a la vida de ser vivida, la libertad de elegir sin perjudicar a nadie.

    ResponderEliminar
  4. Carl Schmitt, uno de los principales juristas del III Reich, lo llamó "legislación motorizada". Dudo que nuestros actuales legisladores sepan quién fue. Como seguro que igualmente ignoran ese principio general del derecho al que de forma tan oportuna alude el anterior comentario, según el cual es ilegítima cualquier ley que pretenda proteger al individuo de sí mismo.

    ResponderEliminar