A
raíz de la publicación, este Verano, en el periódico LA OPINIÓN, de mi viejo
Diario de 2002 a 2000 y pico, y de fragmentos del libro de Conversaciones que
el escritor Alfredo Rodríguez mantuvo conmigo en París - EXILIADO EN EL ARTE -,
estoy recibiendo llamadas y comentarios, de los que me preocupa, en algunos, no
su oposición, sino que no haya quedado claro lo que puedo pensar sobre algunas
cuestiones de nuestra vida. Así que voy a resumir mis conjeturas para
tranquilidad general y sobre todo para que no se me adjudiquen juicios que poco
tienen que ver con ellas.
Vamos a partir de una base: El
ser humano - como ya lo sabía Homero, y desde luego Tucídides , y qué decir de
mi maestro Tácito, y de ahí hasta hoy todas las cabezas memorables -, NO TIENE
SOLUCIÓN. Si bien es cierto que es capaz en muchos momentos de los mayores
sacrificios por el Bien, alberga en su alma una facilidad morbosa para el Mal;
su capacidad de ser codicioso o discernir sobre lo afortunado o desgraciado que
esta o aquella elección pueda ser para su suerte, presumo dolorosamente que en
la mayoría padece de raquitismo, cuando no de vileza. En consecuencia, carezco,
creo que afortunadamente, de certezas políticas. Me da lo mismo una forma de
gobierno que otra y sus nombres, pues lo único que me importa son los
resultados; esto es: si bajo ese poder somos o no más Libres, si se respetan o
no los derechos a la Propiedad, a todo lo que constituye nuestra Individualidad
inviolable, nuestra libertad de Expresión, nuestra Conciencia, nuestra libertad
de comerciar, de movernos por el mundo. Por lo tanto soy un desesperanzado Old
Whig - podéis considerarme un modesto alumno de Hume, de Hayek y de von Mises,
y así nos entenderemos mejor - que seguro (de esto sí) de que lo que más nos
acerca a una convivencia tolerante y fecunda es el Liberalismo digamos
"clásico", el Gobiernos de las
Leyes y no de los hombres, me limito a
apoyar considerándolo Bueno todo lo que
vaya en menoscabo del poder del Estado, en el grado que sea, y a condenar todo
lo que pueda fortalecer a ese gran enemigo de nuestras libertades y nuestras
escasas posibilidades de felicidad. En ese horizonte, obviamente, sí mantengo
odios feroces: a la Izquierda en general y sobre todo a sus formas extremas en
nuestra época, como el Comunismo. Pienso que en una sociedad civilizada no
debería permitirse la existencia de ese partido como no debería tener cabida el
Nazismo ni movimiento alguno de características totalitarias. Soy un viejo
liberal porque me parece indiscutible que las ocasiones en que la sociedad ha
estado mejor ha sido cuando más se ha acercado a formas de gobierno Liberales.
Como es evidente que cada vez que se ha alejado de ello, ha derivado hacia el
empobrecimiento y la esclavitud.
Cuando considero un gobierno
no miro si se proclama monárquico,
republicano, demócrata (palabra que hoy, por cierto, sirve para todo),
dictatorial... Tengo en cuenta sólo si bajo sus leyes soy más libre, si cuanto
soy como ser humano está más garantizado.
Todo esto, en cuanto a la vida de
la sociedad. Si hablamos de Arte y de artistas, creo que su plenitud no tiene
que ver con esa prosperidad social. Los caminos del Arte, de la
Literatura, son otros, y cruzan paisajes
que socialmente pueden ser aborrecibles, pero que resulta que a ese Arte, a esa
Literatura, los nutre con gusto. Quiero decir: un gobernante no puede ser una
mala persona. Un artista, sí. De un depravado pueden nacer obras excelentes, y
que mejoren a la sociedad. El Arte puede
tener alianzas que abominaríamos en la convivencia "normal". Pero es
que el Arte no es "normal". Porque lo que cuenta es la obra, y si
esta es grande, si el artista es grande, lo que nos regalará, hasta más allá de
sus torpes - con mucha frecuencia, en
muchos, muy torpes - opiniones, es Vida,
la más profunda verdad de la Vida. Y la Vida nunca miente. El artista mezquino es aquel cuyas páginas mienten. Con un
ejemplo, rápido, y de nuestro idioma: ¿Por qué sobre el mismo tema - pensemos
en ESPAÑA, APARTA DE MI ESTE CALIZ - , los versos de César Vallejo son verdad, y los muy serviles de Neruda,
despreciables, imperecederos los de Vallejo y ya olvidados los de Neruda?
Pensad en la censura que los
gobernantes pueden ejercer - desde la moderada admonición al Gulag o los
sótanos de la Gestapo -: Nada tienen que ver con el Arte, con su creación, con
su altura y grandeza. Los Zhdanov o los Dzerzhiski de turno pueden hacerte la
vida muy desagradable, o asesinarte; pero no impedir que sueñes, que imagines,
que escribas, que dibujes..., que dejes tu obra de alguna forma y otros la
repitan y perpetúen. Quiero decir: vivir bajo una tiranía es aterrador y cruel
para aquel que no lame las botas de ese Poder, pero no es determinante para la
obra de un artista. En los más atroces momentos de la Historia han alumbrado
libros - y esculturas, y pinturas, y arquitecturas - que siguen asombrándonos.
Jamás el Horror del Poder ha conseguido asesinar la creación artística. Y es
curioso que cuando por primera vez sí está en grave peligro esa creación, sea
bajo nuestra actual forma de Democracia. Porque lo que nuestras Universidades y
ya desde la primera Enseñanza, y cuantos medios pueden tener fuerza sobre el
desarrollo del espíritu humano, están llevando a cabo, esta especie de
"solución final" que no es ya la muerte física o el encarcelamiento
del artista, el asolamiento de su libertad y su sensibilidad, sino la
desecación de su imaginación, sus referencias,
el arrasamiento de sus sueños y sus posibilidades de expresión mediante
leyes, aparentemente para "mejorar" nuestra Conciencia en un baño de
"igualitarias" cualidades, es, por sus consecuencias, mucho más
letal. Para aclararnos: es menos peligroso que se proscriba a un creador por su
obra cuando esta pone en cuestión la virtud de un Poder, que, simplemente, las
"correcciones" que se están llevando a cabo en tantos libros - desde
Shakespeare a cuentos infantiles - en
nombre de esa vileza llamada Pensamiento-Políticamente-Correcto.
Y aprovecho para decir otra cosa: Una sociedad
bajo un gobierno no muy recomendable para el bienestar ciudadano, puede ser muy
estimulante para el artista. Porque siempre y cuando no se trate de crueldades
intolerables, en cuyo caso si éste colabora con ellas es un canalla incluso más
abyecto que la propia tiranía, la ejecutoria de grandes personajes de la
Historia cuyos sueños engrandecieron el mundo y el horizonte de los hombres -
desde un Alejandro a un Federico II Hohenstaufen, o la gran era de los Antoninos
o de Pericles, o algunos de los excelentes Papas como Julio II...; en fin,
poned aquí los nombres que queráis - donde el artista gozó de extraordinarias
ocasiones y posibilidades para levantar su obra (y además arrebatada por ese
movimiento avasallador de la Historia)
no deja de ser un caldo de cultivo para la Creación sin duda superior a
la exanimación que hoy nos humilla, nos afrenta y nos ha convertido en lo que
tan evidentemente muestran escaparates de librerías, exposiciones de Arte
"jeffkoonsianas" y cuanta necedad y bajeza subvencionada son nuestro paisaje
diario.
Y con respecto a ese Arte y esa
Literatura, os sorprende lo que suelo decir. Pues bien, lo repetiré: Creo que
estamos asistiendo a su muerte. Nadie puede predecir cómo terminará todo. Quién
sabe si algún día se dará un renacimiento espiritual considerable. Pero lo que
hoy veo, en general, es basura. Y todo hace imaginar que la destrucción que se
ha consumado del Pensamiento, la "amnesia planificada", la absoluta
incultura de la sociedad, hace lejano y problemático ese Renacimiento. ¿Qué
podemos hacer quienes tenemos tan funestos augurios? Nada. No podemos hacer
nada. Es demasiado fuerte la resaca del Mal. Sólo podemos hacer una cosa:
decirlo, repetirlo, combatirlo, rechazarlo, atacar sin cesar lo que ha venido a
llamarse "Pensamiento Correcto" y que es el mayor peligro que ha
existido contra la Inteligencia, la sensibilidad, la Excelencia y la Libertad
desde que el mundo es mundo.
También os sorprende mi ausencia
en el coro, tan nutrido, contra la Religión. De una vez por todas: Soy un
agnóstico lo suficientemente en paz consigo mismo. Pero creo - como, por
cierto, también lo sabía Homero - que sin Religión, sin esa "sed" de
Trascendencia, los seres humanos no van a ninguna parte. Y también creo que
Europa, su alma, lo mejor de su alma, se debe a lo que se ha mixturado en ella
de Catolicismo, esa herencia sagrada de mesura y equilibrio y veneración del
Arte que son nuestras raíces greco-cristiano-romanas.
Y vamos ahora a tres asuntos
"menores":
Parece que os pone los pelos de
punta mi defensa de las Privatizaciones, que para mí no son sino devolver a la
sociedad lo que es suyo rescatándolo de las garras depredadoras del Estado. No
voy a entrar en detalles. ¿Privatizar?: TODO. Pero pondré el acento en un
alejamiento del Estado de aquello donde a la perversa gestión, a la bancarrota,
vincula sin escrúpulos el adoctrinamiento más abyecto y la consecución de una
sociedad "lisa" de mansejones obedientes: la Enseñanza. He escrito mucho sobre el tema, para extenderme aquí.
Os sobrecoge también mi
pensamiento sobre la Sexualidad. Creo que en ningún momento de la Historia se ha mentido tanto sobre ella como
en nuestra época, falseándola, viciándola, traicionándola. No hablo de tabús y
ukases que otras formas de gobierno pudieran modificar. Sino lo que se ha
inoculado en nuestras cabezas; eso es más difícil de erradicar. Me basta con
decir que las formas de placer más acorde con lo que de verdad somos, las
encuentro sobre todo en el siglo XVIII.
Y ahora quiero aprovechar para
comunicar algo: Esto del Facebook es una idiotez y seguramente una forma más de
lijar nuestra inteligencia. Pensadlo un poco. No tiene sentido. Convierte en
trivial hasta el mejor pensamiento y lo hermana con el peor. Por lo tanto,
desde este momento, me voy. Lo único que puede tener sentido entre personas que
se aprecien y que estén lejos unos de otros es lo que siempre se ha usado: una
carta. Creo que con aquellas personas que deseamos frecuentar, con quienes
queremos hablar, cambiar impresiones, algo verdaderamente fructífero, lo mejor
es el correo electrónico; pero como si escribiéramos una de aquellas
"antiguas" cartas: recreándose, sin temor por el espacio. Los que
queráis "hablar" conmigo podéis hacerlo (en la web : www. josemaria-alvarez.com
tenéis el correo) de esa manera.
Y esto no quiere decir que yo
denigre a Internet. He dicho muchas veces que me parece, tal como va todo en
nuestro mundo, el medio más considerable que los tiempos han traído para
salvaguardar nuestra libertad. Ningún
gobierno puede impedir nuestras palabras, nuestros pensamientos. Salen a ese espacio
que ellos no pueden impedir. Viven. Por eso creo en las páginas web, y quizá en
los blogs, y en el correo como garantías de esa libertad. Otra forma de usar
estas posibilidades magníficas lo único que consiguen es hacernos más necios.
Y nada más. Como mi maestro
Montaigne dice: A Dieu donq.
José María Alvarez
Siempre llego tarde, cuando descubrí el blog se despedía usted (veo, por fortuna, que no del todo), ahora que le sigo en facebook (Jota Jota Bermúdez) se despide usted. La semana pasada iba a felicitarle por sus escritos en La Opinión (estábamos en la calle Ramón y Cajal) cuando entró usted en un comercio y no quise importunarle. Le enviaré un correo pero supongo que ahora recibirá muchos y no podrá leerlos. Un saludo en todo caso, Maestro.
ResponderEliminarNo sé si, por ejemplo, el titular habrá leído a Natalia Ginzburg, y gustará de ella. Acaso no sepa que fue diputada, en el Parlamento italiano, de ese mismo Partido Comunista a que usted denigra sin matices. Es eso, la falta de matices, ese mundo de buenos y malos tan cómodo como ajeno a la realidad, lo que me disgusta en general (la realidad es infinitamente más rica que esas simplificaciones infantiles), y me preocupa además en el caso de un intelectual, que, se supone, debe poseer y ejercer una inteligencia crítica y, precisamente, matizada. Copio una opinión al respecto de la propia Ginzburg, que sí entendía de matices (al revés de lo que aquí se muestra), tal como acertadamente la resume Gustavo Martín Garzo:
ResponderEliminar"si [habla] de su amor por el Partido Comunista Italiano, será para decirnos que es imposible que "no pueda existir el verdadero comunismo, no violento, no represivo, no sanguinario y no totalitario, como era en el alma de Gramsci o de Berlinguer". Que debe existir un partido que se ponga del lado de los pobres y los marginados, que defienda la verdadera democracia, el espacio de lo público y la igualdad de oportunidades".
Yo comprendo que las películas de buenos y malos son infinitamente más cómodas, y evitan o soslayan la engorrosa tarea de pensar, al menos de pensar críticamente. Pero es que uno prefiere que ni se evite ni se soslaye, así de raro es; qué vamos a hacerle.
He razonado muchas veces lo de la carta, también lo de facebook. Más bien creo que algunos buscamos todavía una religión que nos libre de la servidumbre de la vida. Ah! No-dijeron- Vas a sufrir y; pasando los años, cuando vuelve la esclavitud con fuerza, entonces nos aprietan las argollas para dejarnos sin manos; o al menos, en sentido literal: legalmente. Y tras tanto robo, por decirlo de alguna forma, ya no se puede perder nada más. Cobra sentido entonces la fuerza de la izquierda, que también fue secuestrada por los totalitarismos. Sólo que como no gana nunca, se exime de la autocrítica. El acento ético de la religión, de cualquier forma, no evita la muerte anunciada. Por otra parte: ¿Dónde está la fuerza liberal - me pregunto mientras contemplo la extinción de la mesura -, la muerte sujeta en un raquis fosforescente, sobre paneles- el infantilismo impasible, el nuevo gris que ya no se sonroja en la pantalla...?
ResponderEliminarFacebook no está tan mal. Hay que sobreponerse a las olas de destrucción masiva. Buscar las respuestas también en quienes no nos escribieron.