jueves, 12 de julio de 2012

MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS


Creo que mis conjeturas - acaso amargas -  sobre la suerte de España, son bien conocidas. Tiene poco sentido repetirse. Pero sois muchos los que seguís este Blog y ayer, después de las medidas anunciadas por el Presidente Rajoy, os mostráis más y mas preocupados por sus consecuencias.
Yo hubiese preferido un Blog sobre Literatura, sobre Arte, donde nos recomendásemos libros, ciudades, viajes; un Blog de lo que es verdaderamente importante para nuestra vida, aquello que podemos lograr existan los gobiernos que existan; esto es: ser mejores personas, más cultos y más libres.
Sabéis lo que me parece bueno y lo que me parece el poder del Mal.
Creo en un Estado muy reducido, lo estrictamente necesario; y en una sociedad dueña de su destino, de su hacienda y libre en sus decisiones: construyendo una Patria - lo que los siglos han fundado como tal - unida, con sus particularidades vivas, pero unida por una misma Ley y normas generales y una lengua. Creo que es esa sociedad la que debe tener a su cargo su propio sostenimiento - sobre todo la Enseñanza, y lo que ahora se conoce como seguridad social - y que el papel del Estado debe reducirse a garantizar los pactos libres, mantener una Justicia independiente, llevar a cabo ciertas intervenciones que, siendo necesarias, sobrepasan la capacidad civil ( y siempre con criterios de inversiones privadas); unas relaciones internacionales inteligentes y provechosas para la nación, el mantenimiento del orden público y unas Fuerzas Armadas suficientes para garantizar su Libertad y su independencia.
Mi vida y mi pensamiento se mueven sobre esos principios básicos. Así que  salvo que sucedan cosas mucho más terribles e insoportables, me parece que ésta debería ser mi última petite chronique de l´actualité. Desmenucen la política y la economía quienes estén mejor preparados que yo. Yo vuelvo a lo que es mío: La Literatura y lo que con ella se relaciona.
Me despido comentando - como me habéis pedido - lo que sucedió ayer en el Parlamento. No digo nada sobre los despojos de la oposición; no merecen sino el más absoluto desprecio. Me limitaré a las medidas anunciadas por el presidente Rajoy:
Creo que son dolorosas e ineficaces. Quizá solo tiene un cierto sentido (aunque yo sea partidario de rebajar toda imposición, pero parece ser que nuestra situación es desesperada) la subida del IVA. El resto me parece un error y una nueva exhibición de miedo a nadie sabe qué. La  "rebaja" a patronal, partidos políticos, sindicatos de un 20% es absurda, cuando es perentorio su supresión del 100%.
Cebarse en la facilidad de reducir el sueldo y pagas a funcionarios no tiene sentido. No hay que rebajar sueldos, sino suprimir puestos de trabajo, empezando por la totalidad de los empleos públicos que no sean funcionarios de carrera; después habría que reducir aún más, pero por la fórmula de no cubrir vacantes. Sobre todo no tiene el gobierno  derecho a mutilar económicamente a nadie, mientras quede una sola televisión, radio, o medio sea el que sea sostenido con dinero público, o una sociedad pública, o un sólo empleo duplicado o triplicado o cuadriplicado en la Administración.
La disminución de Ayuntamientos es ridícula. Sobran más de cuatro mil.
Sobran diecisiete Autonomías.
Dicen: Todo se irá haciendo, es cuestión de tiempo. NO. Es cuestión de coraje político y de creer verdaderamente en ese camino y estar convencido de que el legado socialista ( incluso el más tibio, socialdemócrata) es una de las aberraciones más letales sufridas por la Humanidad.
Recuerdo muy bien el caos presupuestario y social que mi muy admirada señora Thatcher se encontró cuando ganó las elecciones de 1979, aquella Gran Bretaña asolada por los gobiernos Laboristas y los desmanes de los sindicatos. En el primer Consejo de Ministros ya se puso en marcha el plan para ir reduciendo la Administración y porcentaje de gasto dependiente del dinero público. Los problemas fueron muchos y graves - entre ellos la inflación y una disminución recaudatoria consecuencia de los altísimos impuestos socialistas-. Pero antes del  primer mes estaban ya en marcha las medidas para limitar el vandalismo sindical - y hay que saber lo que eran los sindicatos ingleses, su inmenso poder real - y ya el primer Presupuesto de
1979 organizó un control riguroso de la oferta monetaria , la restricción del gasto público y la bajada de impuestos en su tramo más alto del 83%  al  60%  y en el básico del 33%  al 30%, con un IVA modificado al alza del 15% .Como he dicho: Coraje, decisión, inteligencia.
Cuento todo esto para referir una acción de verdadero coraje político en la voluntad de reformar el Estado. Cuando once años más tarde la señora Thatcher fue traicionada y abandonó el poder, Inglaterra había virado hacia la prosperidad, la libertad estaba restaurada y el mundo - no sólo Inglaterra: hay que recordar cuánto le debemos a ella, como al Papa Juan Pablo II y al Presidente Reagan para el entierro del Comunismo - era un lugar mejor para vivir.
Bien. Dejemos ya estos temas. Aplaudamos todo lo que signifique una rebaja de los impuestos directos. Como dijo Quevedo cuando le preguntaron, en su lecho de moribundo, qué manda dejaba para los músicos: La música páguela quien la oyere. Hay que acabar con la injusticia de que quien más tiene pague más, subiendo los tramos altos. Ya paga más quien más tiene. Aplaudamos todo lo que redunde en supresión de Ayuntamientos, desaparición de tributaciones arbitrarias y en muchos casos confiscatorias, como IBIs y sobre todo esa atrocidad de los impuestos por herencia. Aplaudamos todo lo que facilite la producción de energía por centrales nucleares. Aplaudamos lo que vaya en aumento de la potencia de nuestras fuerzas Armadas y de Seguridad, sobre todo la Guardia Civil. Aplaudamos todo lo que se encamine a anular el desaguisado de las Autonomías, hasta erradicarlas; porque eso sí que debemos tenerlo claro: No hay solución a nuestros problemas mientras subsistan las Autonomías.
Pero cuando ya nos hayamos cansado de aplaudir, no dejemos de poner también los ojos en nuestra sociedad. Si tenemos los gobiernos que tenemos es porque la sociedad los ha aceptado. Nuestra recuperación no podrá venir nunca de esos gobiernos, sino de la sociedad misma, de su voluntad de mejorar, de su firme determinación de ser dueña de su destino.
Y no olvidemos que nuestra sociedad camina sobre cuatro patas bastante malsanas:
Su ser más profundo, que se basa en un canalla "A bas le mérite".
Una paciencia inconcebible ante miserias que podría quitarse de encima con la  decisión de trabajar, una profunda y cobarde capacidad de sometimiento al poder que sea, y de repente, aquel arranque del toro que ya veía el romano.
Un desapego nefasto de toda instrucción.
Y un rencor envidioso .
La sociedad española ha sido campo fecundo a los demagogos, de cualquier signo, preferentemente si alientan ese rencor y ese odio a la excelencia, y como carece de instrucción, atiende más al grito que al razonamiento.
Por eso es difícil que levante cabeza. La hemos levantado un poco a lo largo de la Historia cuando hemos disfrutado de un Rey excepcional, pero como la sociedad no se ha movido ni suficientemente bien ni con un rumbo que garantizara su libertad y su dinamismo fuera de ese influjo transitorio, hemos ido de error en error; y lo que debería habernos enriquecido nos empobrecía, y reformas que acaso hubiesen modificado ese discurso lamentable eran arrasadas sistemáticamente por la propia modorra de esa sociedad, que regresaba con ojos turbios a rumiar en sus cubiles.
Antonio Machado vio con una lucidez de oro lo que es el alma de España: ese campo devastado y que uno siente árido, polvoriento,desolado, "por donde cruza errante la sombra de Caín".

1 comentario:

  1. Admirado Maestro, casi un mes llevo sin partcipar en su blog sin embargo si lo leo y me queda algún comentario que aportar en otor posto. Ahora en este y debido a los últimos, mejor escrito último acontecimineto donde se nos somete y acusa de esta crisis que con quien tiene menos que ver es con nosotros, identificando con nosotros a gran parte de la gente y de sa gente a los funciarios, aquellos que hemos gastado más de lo que teníamos y que hemos participado de aquella burbuja inmobiliaria de hace unos años, a esos nosotros que nos ponen.
    Me llama la atención el gran sometimiento que tenemos como sociedad y el poco margen de maniobra que tenemos ( no podemos abandonar nuestros trabajos y dedicar ese tiempo a encararnos y realizar fuertes y serias protestas a este su manejo político y económico), me llama la atención como digo, poruqe no he escuchado en nin gún momento que se proponga el divorcio entre el poder político y el poder financiero, que nadie separe ese maridaje. Si España recogiera dinero de las rentas del capital y no sólo del trabajo entraría dinero en sus arcas, pero claro los bancos y las empresas tendrian que tributar en porcentajes mayores, porque nosotros, los de nómina, lo hacemos como en el resto de Europa, ellos no. No soy ninguna entendida en esto pero sí minimamente consciente. No creo que sólo cuestión de reducir el Estado del Bienestar, a quien se le acusa de todo este desastre de la gestión de nuestros gobiernos y sociedades, sino que quizás tendríamos que cambiar tambien una política fiscal, combatir este fraude, una ley electoral que no favorezca el bipartidismos, no olvidemos la corrupción ( nunca pensé que eso se diera en nuestro país) , si el sector privado es l que está endeudado por qué tenemos que pagarlo el público, .... En fín parece que este modelo de sociedad, sin moral y uso del sometimiento, no tiene agallas para desvincular el poder político del finaciero y esto corrompe. ¿Por qué se firmó un pacto fiscall Zapatero- Rajoy a las 2 de la madrugada? ¿Por qué los gobiernos, de una y otra tendencia, funcioanan con el mismo patrón? ¿Por qué prometen en programa político lo que luego no cumplen y gobiernan fuera de nuestra representación? En fin, me queda tan lejos todo esto, que la protección es uno de los recursos, sibre todo no perder el espíritu crítico y no dejarse manejar.
    Como le digo no soy entendida en estas cuestiones lo que sí se es aue este no es el camino y como bien dice nos hemos hundido conlas botas puestas.

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